El día 8 de Abril tuvimos en el Círculo de Mujeres a Raquel, dirigiendo el Laboratorio Corporal. Una sesión de conexión con nosotras mismas y entre nosotras.
Aprendimos a liberarnos, a profundizar en nuestro interior.
Bailamos, sentimos, nos acompañamos, nos dejamos llevar… Fue realmente liberador.
Mover el cuerpo mediante el baile ayuda a soltar y conectar con nuestras emociones internas. Dejar al cuerpo hacer lo que quiere hacer y desfogar es realmente necesario.
La mujer ha estado oprimida durante siglos. A pesar de que se la relaciona con las emociones y que está la apariencia de que las mujeres tienen permitido mostrarlas, realmente, esta “libertad”, está marcada por ciertos límites:
- Está permitido sentir hasta el momento en que se vuelve una molestia.
- Está permitido bailar hasta que deja de ser de forma bonita para los ojos que miran.
- Está permitido bromear hasta que deja de ser elegante.
- Está permitido ser sexy hasta que deja de ser para consumo masculino.
Con estos límites acabamos desconectando de nosotras mismas y nuestro cuerpo se vuelve rígido y entramos en un bucle de tensión pensando en si lo que hacemos cruza la línea de lo permitido, nos dejamos llevar por la vergüenza y acabamos dejando de hacer lo que realmente nos apetece.
A veces, simplemente necesitamos bailar y saltar y hacer el mono para poder volver a nosotras.
Os invito a poner música de vuestro gusto y a que os dejéis llevar, no importa cómo. ¿Quieres ser sexy? Puedes serlo. ¿Quieres hacer pasos extraños que nunca harías? Hazlo. Es realmente divertido. Pon caras, brinca, tírate al suelo, lo que sea, pero fluye.